Tú me esperaste siempre
daba igual la hora, el clima, las excusas
sentías mis pasos, cautelosos, si llegaba
en oscuras noches, madrugadas
sembradas de silencio
abría la puerta, despacio
y allí estabas tú
tal como quedamos la última vez
Al principio eras idilio,
una luz, un clamor
todo por descubrir
apenas conocía tus laberintos
a veces, eras difícil, te escurrías
era duro saber de tus misterios
conocer esos secretos solo tuyos
esos que guardas con simpleza
Conversamos nuestras cosas
cada día, y así
me lo explicabas todo, ¡ tan fácil !
que en ocasiones me empeñé
en no escuchar lo que decías
no siempre estuve allí, puntual
para nuestra cita matutina
pero en todas las ausencias te pensaba
Muchas veces te fui infiel
y allí quedaste en soledad
yo andaba en otras ramas
otros colores, otros perfumes
llamaron mi atención por temporadas
les di también, mi pasión y mis desvelos
a veces, fue el deber,
pero tú, tú siempre me esperabas
Con el tiempo te entendí
aprendí de tu arte
esa sencillez de tus amores
me llené de ti, de tus virtudes
pude comprender que eras tú
quien era fiel a toda costa
y ya no te dejé
ibas conmigo a todas partes
Me enseñaste esas cosas
que valen para siempre
amor, intimidad, honor a la verdad
esfuerzo tenaz, valor del tiempo
amistad que supera toda prueba
paciencia, don, bondad
crueldad de los errores
el podio, la gloria, y sin sabores
Todo en ti, todo en ti se resume
a pesar de mi olvido y mi memoria
mi ciclo vital, mis devaneos
en cada ocasión me cobijaste
nunca hiciste preguntas
no esperabas respuestas
tan solo pedías comprensión
Querido ajedrez:
tú siempre me esperaste
Luis Felipe Jaime Montalvan
Maestro Fide.