El pasado domingo 18 de octubre, el equipo A de Ajedrez Metro Club disputó la cuarta ronda de la Liga División de Honor Andaluza en Algeciras contra el Algeciras ‘A’. A priori era un encuentro que se presentaba a nuestro favor ya que éramos superiores prácticamente en todos los tableros, pero no olvidemos que el equipo este año no está en su mejor momento competitivamente y llevábamos dos encuentros perdidos y necesitábamos recuperar sensaciones. Comienza la ronda y se ponen en marcha relojes. Hay que decir que la sala era espaciosa y cumplía con las nuevas normativas de covid con gel hidroalcohólico, etc.
Transcurre el tiempo y en mi partida, excepto por un momento que mi rival tenía una línea favorable aunque muy compleja, parecía que el punto se decantaría a mi favor, Andrés tenía una posición muy superior, Luis Felipe estaba ligeramente superior y Jesús tenía una posición igualada con las piezas negras. El match parecía ir sobre ruedas. ¡Pero que imprevisible es este juego del ajedrez!
Finaliza mi partida con victoria a mi favor y me levanto a ver como van el resto de partidas. En principio todo continuaba según mi primera evaluación, pero en ajedrez todo puede cambiar en un momento. Regreso a la sala al rato, y me encuentro que la posición de Andrés es muy compleja y no sabía bien que estaba pasando, Luis Felipe continuaba con superioridad y Jesús estaba recibiendo un fuerte ataque aunque su rival tenía muy poco tiempo en el reloj. La partida de Andrés finaliza en tablas tras una triple repetición realizada por su rival en un posición donde parecía que le podía ganar pero era difícil sobre todo tras estar toda la partida inferior.
Aquí nos encontramos en un momento donde necesitamos un punto más para ganar el encuentro, pero la posición de Jesús es muy difícil de levantar y dependemos de Luis Felipe que continuaba un poco mejor. Jesús finalmente no logra aguantar la posición y la partida de Luis Felipe llega a los apuros en una posición compleja donde parece que está perdiendo. Afortunadamente, logra aguantar y llegar a un final de torres con dos peones de menos que tras un buen rato de vueltas y vueltas logra entablar y salvar el match. En resumen, lo que al principio parecía un match que se decantaba a nuestro favor se comenzó a complicar y conseguimos llevarnos un empate y puntuar en la liga e ir recuperando sensaciones para la concentración que se disputa este fin de semana y donde nos jugamos todo.
Por supuesto, no olvidarnos de la buena comida que nos dimos Jesús, Andrés y yo en la Pampa, un asador argentino conocido de Algeciras, donde gozamos de sabrosos platos de carne en buena compañía.
Fdo. Salvador Guerra Rivera